jueves, 12 de agosto de 2010

Miremos nuestro ombligo

No todo es como uno siempre quiere.
Es doloroso tener la guía que te dice que eso que queres, no lo vas a tener. Y si accede, aunque diga que Sí, su rostro de inaceptación se siente hasta Medio Oriente.
Yo quiero. Alguien no quiere. ¿Qué se hace ahora entonces?
Y vamos para adelante con todo.
Que por una vez no nos importe el otro, porque despues lo vamos a complacer de una u otra manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario